Estamos solos

Estamos solos, nos quedamos así, solos, en el extenso frío del risco contemplando la abrumada niebla que no nos deja ver con claridad, escucho tu llanto y siento dolor por dentro, siento tristeza, siento ira y siento cólera.

Quiero llorar una vez más, quiero decirle al mundo que podré solo, que no necesitaré a nadie más, pero sé que me harás mucha falta, no será fácil. No lo es.

Tengo la vaga idea de regalarle en cada cumpleaños una carta de ti, quiero contarle historias sobre nosotros, quiero relatarle nuestras aventuras echas cuento y nuestros sueños convertidos en metas. No sé que hacer, no sé cómo seguir, es muy difícil estar sin ti.

Había pensado en contarle una historia donde tú seas la protagonista de sus sueños y seas tú quien sea la única magia que la haga creer mientras duerme, ayúdame a cumplirlo, ayúdame a cuidarla, a protegerla, ayúdame a hablarle, a que entienda que aunque no estés, siempre estaremos juntos. No quiero perderla, no quiero perderte aunque no te pueda ver, daría todo porque estés aquí, ella te necesita, nos necesita, nos quiere conocer a ambos.

Pinto en un cuadro tu silueta para que entienda que estas conmigo, le canto canciones para que tenga el recuerdo que fuiste tú, le escribo cartas guiándome de lo que me puedas contar en el oído. No sé que más hacer.

Lloro de tristeza y ella por una mesada mientras recorro este triste jardín que da pie al camino que una vez pisamos.

Estoy cansado, pero ella nos necesita, exhausto quizás pero tengo fuerzas para continuar. Acompáñame a pasearla, quédate al lado mío, paso a paso, mientras imagino que sostengo tu mano fuerte, la cargo, ven, ponte al lado mío, hazte presente, que nos vea juntos por primera vez. Amor.

Este no es un cuento, es una manera de decir que te quiero para toda la vida a mi lado, no te vayas, ayúdame a crear una familia que esté escrita con amor y firmada con esperanza.

Por Carlos, creador de este mundo de «Ilusión de una Noche»