Estamos solos, nos quedamos así, solos, en el extenso frío del risco contemplando la abrumada niebla que no nos deja ver con claridad, escucho tu llanto y siento dolor por dentro, siento tristeza, siento ira y siento cólera. Quiero llorar una vez más, quiero decirle al mundo que podré solo, que no necesitaré a nadie más, pero sé que me harás mucha falta, no será fácil. No lo es. Tengo la vaga idea de regalarle en cada cumpleaños una carta de ti, quiero contarle historias sobre nosotros, quiero relatarle nuestras aventuras echas cuento y nuestros sueños convertidos en metas. No sé que hacer, no sé cómo seguir, es muy difícil…