Por la mañana el sol nos había despertado con un gran rayo de luz que traspasaba nuestras cortinas alumbrando la habitación, el aroma del mar nos deleitaba con su brisa en nuestra casa, cada mañana era un «Hola mi amor», ella y yo ya estábamos haciendo nuestra vida juntos. Al despertar siempre le daba un beso en su hermosa barriguita, se veía muy hermosa, es más su barriguita la hacía ver sexy, era mi esposa y futura madre. Los 8 meses que han transcurrido fueron los más exhaustos que he vivido, y es que no es cualquier chica que gesta, desde que comenzaron sus antojos vivía trasnochadas, tenía los engreimientos…