Cojo una botella, la tiro contra el suelo, despierto con furia para destruir el mundo y no hundirme en la melancolía, el licor está en la mesa, los cigarros esparcidos por el ambiente, no quiero, no quiero tener nada de esto. Me levanto huyendo de todo mal, de todo torcido camino, salgo a la calle, salto tratando de huir de la opresión de las cenizas de los recuerdos, encuentro un abismo, quedo observando, la calma está escuchándome, quiero volver a casa pero no puedo, no quiero, no me siento a gusto, quiero escapar, ser libre y no refugiarme en nada, quiero ser yo de nuevo, despertar con la única misión…