Pasó tiempo, mucho tiempo desde que esa sensación por las noches desapareciera y vuelva hoy en mí.
Siento haber vuelto a estas mágicas noches donde dejo plasmar lo que un sentimiento perdido entre las sombras quiere gritar.
Fue cuando vi en sus ojos aquella tristeza encontrada, fue cuando vi en esa mirada aquellos recuerdos que mi mente había borrado. Es la magia de sus palabras que revive la sensación de una última oportunidad más, aquella delicada línea que aún se mantiene en el borde del abismo.
Es tu promesa que entrelaza nuestras manos jurando al cielo con una voz sincera que el cariño triunfará.
No es el pasar de los días lo que me mantiene vivo, es tu presencia y cambio que espera mi ser día a día; Son tus palabras que solo quedaban en mi imaginación y ahora trato de escucharlas, son tus gestos con las manos los que me dan la alegría de que eres aquella primera persona que me desveló lo que había guardado durante tantos años.
No quiero vivir un cuento lleno de sueños e ilusiones, quiero vivir el día a día con tu sonrisa, en las épocas malas y en las buenas, saber que no importa el momento, tan solo con un gesto que nos haga dormir, como aquellos días de noche donde peleábamos con berrinches de niños pretendiendo ser lo que hoy ya no somos, y que solo nos deja un recuerdo con la lección del cariño, sinceridad y la confianza.
Es nuestra última promesa la que nos mantiene en pie, es nuestra oportunidad de sonreír.