Los días se hacen tan difíciles, siento que es una perdida muy grande que ya no estés aquí, he observado detenidamente a las parejas en la calle y solo te imagino a ti, riendo conmigo, fastidiándome, peleando, engriéndote. El otro día me senté en una de las bancas del parque olivar y comencé a mirar hacia la laguna, solo recordaba la vez que nos abrazamos y te dije con miedo y tembloroso que me gustabas. Me es difícil aceptar tu partida, tu gran abandono imprevisto sin siquiera darme la oportunidad de verte por ultima vez, no se si vuelvas, pero ¡Maldita vida injusta!. He llorado noches enteras, pensando en ti,…