Nuestros planes estaban indecisos, se acercaba el 14 de febrero , día del amor y la amistad en Perú , sin embargo, nuestros tiempos eran cortos, disponer de un viaje de varios días no era una opción, pero, por lo menos un fin de semana solo para ambos, y despertar en otro aire , sería fantástico. Así lo habíamos pensado. Luna, era consciente de las cosas que estábamos viviendo, ella buscando nuevos horizontes y yo, tenía que culminar los míos. Su familia es de viajar mucho, es por ello que solicitar un permiso no era problema alguno. A pesar de las limitaciones del tiempo, nos arriesgamos a comprar los vuelos…