• Historias,  Mis historias

    Entre sábanas

    Ella despertaba entre las sábanas como la primera vez que nos envolvimos entre nuestro sudor de la intimidad , arrimaba su cuerpo contra el mío gruñendo un desaire de ociosidad, «Buenos días princesa» Es hora de levantarse ociosa -Tengo sueño, no molestes- dice. Nuestra cama era inmensa, con sábanas blancas y fundas de distintos tonos de colores para cada ocasión, por la noche  nuestra habitación se convertía en una arena de duelo donde la curiosidad por lo desconocido era poseído por nuestros cuerpos en la madrugada, su cuerpo era mi divinidad, recorrer cada centímetro de el, besarle desde sus labios hasta la punta de los pies, palmarle la piel, la…