«…Simplemente ya no la quiero. Simplemente ahora la amo.» Aquella noche el entendió que era un bulto más en la calle, que simplemente su caminata sin rumbo no tenía sentido. Imaginaba cosas, cosas que no existían, vivía preso de su fe, de su esperanza, había estado dispuesto a enfrentarlo todo, y así lo estaba haciendo, pero esa noche, esa misma noche llegó al filo de su lugar favorito y vio como aquella rama del árbol caía, entendió que el también podría caer al vacío. Cerró los ojos… –Por qué lo haces, yo no te he pedido que hag… –Lo hago porque quiero y hago lo que quiero. Simplemente desde ese…