Aquel día le dije que corriera para ir juntos al parque, cómo olvidar, venía encantada, feliz por nosotros, sus sandalias, su vestido, su largo cabello castaño, todo ello, y sobre todo su hermosa sonrisa y amor por nosotros. Llegó de prisa, te abrazó con toda su alma y dijo que estaría contigo para siempre, también le creí. Éramos perfectos, éramos los tres, todo estaba bien Dios nos había dado todo lo que queríamos, tú, ella, yo. Le creí. Yacen sus recuerdos aquí, cada vez que venimos a este parque, a esta maldita banca donde nos juramos amor eterno, donde mi amor y odio se concentra porque no estás aquí, donde…