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Pequeña risueña

Era una tarde calurosa en las calles de lima, el color de la ciudad estaba al vivo, era un día perfecto ¿por qué? porque hoy conocería a aquella niña risueña que me hacía renegar por las videollamadas, aquella pequeña criaturita del señor que me robaba una sonrisa con su dulce palabra. Hoy tenía que ser perfecto.

Habíamos quedado a las 5 de la tarde, el calor infernal era insoportable, ningún auto quería llevarme hasta su ubicación, uno, dos, tres autos y nadie, mi única opción era ir de escala en escala, felizmente un señor se apiadó de mí y aceptó mi destino, – vaya que salió barato-

Me encontraba un poco nervioso, la idea de tenerla frente y no intimidarme era un poco complicado, quizás su mirada de risueña en persona me haría caer a los pies, sin embargo…

– Hola ya llegué – le escribo un mensaje.
– Ahora salgo – ella responde.

Escucho como baja por los escalones, su sombra se hace cada vez más apreciable, y finalmente aparece con esa sonrisa y gracia que le caracteriza, vestida casualmente con su jumper ,top verde y sus zapatillas negras, ella toda única engreída, estaba a mi lado.

– Ahora pues , hazme renegar. – la fastidio
– cállate – responde
– Si que soy más alto que tú
– jum…
– te voy a tirar una cachetada – ella responde con cara de molesta
– a ver si alcanzas , inténtalo – río
– tonto – ella ríe
– ¿ una pregunta? – le digo
– ¿Cúal? – ella responde
– ¿soy fastidioso?
– ella me mira – nooooo nada que ver…-
– jajaja lo sabía
– ¡si eres recontra fastidioso jum ! – reímos

comenzamos a recorrer las calles de la ciudad, vivía por una zona bastante tranquila, llena de parques, así que nos dirigimos a uno para poder platicar tranquilamente, en eso veo un árbol aquellos que en sus hojas tienen muchas mini hojas, cojo un poco sin que ella se percate.

– hay que jugar un juego – le digo
– ¿Cuál? – ella responde con duda
– Repite las 5 vocales y verás que sucede
– no lo haré, se que harás algo – lo dice con enojo
– no enserio, repítelas, no haré nada – risa maléfica

nota: no confíen si digo eso, siempre pasa algo.

ella inocente, abre la boca – AAAAAAAAA…
y sin pensarlo le lanso todas las hojas,- río- ella se sorprende , sus ojos risueños se intimidan, quiere pegarme mientras escupe las hojas que casi se come, o quizás está pensando en vengarse, me río
– soy malvado , lo se, eso es por todas las veces que me hiciste renegar- ella ríe y continuamos nuestro camino.

llegamos a un parque bastante cómodo, encontramos una banca, y nos sentamos a platicar, la noche se acercaba a nuestro destino y solo me quedaba aprovechar los minutos disponible que ella tenía.

Comenzamos con hablar sobre nosotros, ella con sus preguntas y yo con una que otra, ella se notaba muy tranquila, y en persona es realmente muy risueña, tierna , da ganas de pellizcarle los cachetes.Sin embargo sentí una sensación extraña, ella se acercó y me dio un beso en el cachete, yo la abrazo, ella se intimida, me intimido, era extraño, hace mucho tiempo no sentía esta ráfaga de cariño.

– ¿Qué pasa ?- ella pregunta .
– nada, solo pensaba.
– ¿en qué piensas?
– en nada cosas, cosas…
Ella se queda con duda.
Continuamos nuestra conversación, viéndonos entre miradas, juegos de manos, cosquillas, observaba cada movimiento de ella, cada palabra sutil, cada muestra de cariño, nos acercamos poco a poco, nos quedamos observando a un dedo de distancia y de la manera más tierna fijamos nuestros labios sin decir nada.
Fue extraño, diferente, sus besos eran tiernos, eran sutiles, eran llenos de ternura, me gustó, nos separamos, nos quedamos mirando, sonreímos, y la abrazo; Me encanta abrazarla, era como “ muy abrazable”, me seguía sintiendo extraño. Todo era muy lento y rápido a la vez, estaba contemplado por su forma tan cariñosa pero a la vez una duda me mataba por dentro, tenía miedo, miedo que fuera otro sueño más del montón.

“en estos momentos no se en que pensar, no se que decir, ella me mira , yo pienso en un pasado, duele sentir que te quieran, duele sentir un cariño de alguien que no sabes si seguirá a tu lado mañana, me da miedo tocarla, abrazarla , pero lo hago con temor, no se por que, no entiendo, me gusta, me agrada, la quiero tener aquí al amanecer, y seguir sintiendo esta droga que me está inyectando por dentro, quiero esos ojos risueños aquí, los quiero ahora y ya.” – digo en mis pensamientos mientras la observo 

Los minutos transcurrían, el tiempo pasaba volando, nuestra corta noche estaba por acabarse, ella se para, la abrazo y la cargo, ella coge su falda, ríe.
¡bájame! – oblígame le respondo, reímos.

Aprovechamos cada segundo antes de despedirnos, cada instante no dejaba de pensar en cuándo la volveré a ver. Estaba anonadado, quería seguir percibiendo su mirada, su ternura esa esencia tan bonita que me hacía sentir, pero era momento de irse.

Llegamos a la puerta de su casa, pensé en despedirme con un beso en la mejilla, ella no me dejó, me miró, se trepó de mi cuello “literal” y me besó… fue , fue realmente especial y único, me sorprendió, me robó una gran sonrisa, que me retiré de su casa un poco anonadado, estaba realmente feliz, y solo esperaba dormir para volver a soñar con el mañana para buscar otra vez a la ahora llamada mi pequeña risueña.
Sin embargo nadie imaginó que fuéramos un norte y sur, y que nuestra brújula no nos permitiría volver a vernos otra vez. Solo quedó como una ilusión de una Noche, eso pensé.

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