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A la misma hora

Te quiero porque siempre has sido parte de esta sublime mirada, tu cuerpo ha sido mi deseo, tus abrazos mis cobijas de lana pura y tu sonrisa mi bello arte en recuerdo. Te extraño, si, suena a una palabra más de las escritas en este rincón, pero quiero que la leas conmigo, que cierres los ojos y sientas mi deseo por ti, ese deseo inexplicable de tomarte de la mano, recorrer los hermosos jardines del campo y retratarte en una foto con tu sombrero de paja, cargarte sobre mi espalda con tu vestido floreado y tirarnos en los jardines de flores amarillas.

Te sigo extrañando, pensando que estás aquí, a mi lado, sonriendo, riendo, molestando, gruñendo, aconsejando, sosteniendo, y sobre todo demostrándome tu sincero amor.

Tal vez si leyera un diccionario tendría más palabras para embellecer mis párrafos, pero sinceramente, no he leído alguno, perdona si repito alguna, no sé que tal se vea, pero por más simple que parezca escribirla, me costó mucho decírtela la primera vez, decirte que te quiero, sin embargo, ya no me cuesta, es un honor escribirla para ti. Tú eres mi bendición, mi milagro sin descubrir, la persona que me abrió las puertas de mi alma y quien me ha enseñado el verdadero significado de amar.

Aunque esta noche no estés aquí conmigo, en algún lugar sé que tú también observas el mismo cielo, desde cualquier parte, y vemos a la misma hora la bella Luna amor.

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