Historias,  Mis historias

Es de noche

– Este lugar me trae algunos recuerdos.

– Deja de estar triste, no hemos venido para estar así.
Luna y yo habíamos pasado la tarde, entre almuerzo y plática, por la noche una visita al cine, al salir de la función caminamos hasta llegar al malecón.
La noche estaba calurosa y hacía poco viento.
A  veces quisiera dejarlo todo, y solo enfocarme a pintar las olas y venir aquí todos los días al atardecer, y dejarme caer en mi mundo.
Ella queda en silencio y solo me observa.
Esperábamos ver la Luna, como símbolo de una noche perfecta , pero esta era tímida ante nosotros, solo su luz era apreciable desde donde estábamos sentados.
Se siente bonito estar así tranquilos, reír, conversar y molestarnos, me da gusto tener esta amistad,.
– A mi también , ríe y me golpea.
– Oye agresiva, si algún día nos peleamos, peleemonos con ganas, así volver también tendremos ganas de abrazarnos.
– idiota , ríe
-viéndolo de una manera, es así, no siempre andaremos en días felices, pasaremos noches oscuras entre peleas como toda amistad, pero ten algo en cuenta, por mas que nos peleemos no nos soltemos por que si nos soltamos será indice a una caída en la cual nuestra amistad se deteriorara.
– Lo mismo me pasa
– no entiendo , le digo.
– Yo soy una resentida, y sabes que lo soy más que tu, pero en el fondo quiero que estén ahí , que no se vallan hasta que se me pase.
– Sabes que no me iría , sin embargo todo tiene un limite y tampoco debes abusar de la bondad de las personas.
– Si yo me doy cuenta que estoy sobrepasando el limite iré detrás de ti, y si lo vales, te abrazaré para que no te vallas y perdones a esta resentida.
– jajaja , Luna, espero me entiendas cuando me toque a mi el lugar de resentido, sabes que soy muy…
– Las mujeres siempre ganamos
– Ajaaaaaaaaaa

Entre palabras y bromas, observaba cada detalle de la noche, el gras , el árbol,el cielo, el mar y su brisa. algunas personas que caminaban, estábamos sentados muy cerca a la orilla «Gracias«, le digo, -¿porqué? -por estar aquí,  antes tenía que insistir para tratar de pasar un momento de tranquilidad, contigo comparto algo en común y si bien es cierto la luna no esta ahora pero estas tu, Luna. – tonto, ríe.

Nos quedamos en silencio y ella se recostó sobre mi, mi cuerpo se puso helado, fue muy dulce que lo haga en ese momento, pensé en por que había desperdiciado tanto tiempo en tratar de entender otras cosas cuando en verdad quizás este era el lugar donde debí estar desde un principio.
Puse mi mano sobre ella, la abracé y la quise aventar, ella ríe y se resiste.
– Gracias Luna, me hiciste la noche y el día, las sorpresas que me vas a inspirar a ser serán únicas por que es así como soy.
– Se que soy increíble, solo sorpréndeme como dices que lo harás
– Dices serlo (río) demuéstrame lo que no debo de olvidar, lo aré con mis manos como antiguamente lo hacía.

Nos levantamos y sellamos el momento con una foto para el recuerdo de la noche.

La chica de la luna

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