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Intimidad ocho

No se por donde comenzar, sin embargo en ese momento me preguntaba ¿qué desea?, si tan perfecta era su vida ¿ por qué quería verme?, no quise salir, y le di la opción de que si quería conversar conmigo venga a mi casa.

Summer estaba confundiendo más aun mi visión de como verla, esto ya me parecía un teatro que solo le viene por momentos, en sus caídas de susceptibilidad.

Cuando llegó, entro a mi habitación, como acostumbrábamos estar , le pregunté muchas veces que deseaba , el por que no podía dejarme tranquilo, repetía una y otra vez la misma frase,
– no deseo nada
– ¿entonces que haces aquí?
 – no se te extraño ¿no? , acaso tu no me extrañas. 
– No no te extraño, se me acerca y repite 
– Yo se que tu me quieres, dime acaso si no me quieres, si no me extrañas. Era su juego de agarrarme por el sentimiento
– Sabes que tu y yo no podemos estar separados, nos extrañamos, me dice.
-¿Así? pues yo he estado bien sin ti, tranquilo sin peleas ni preocupaciones
– ¿de verdad has estado tan bien?, dice
– Si , al igual que tu ( no la miro)

Pero mas que eso extrañaba estar con ella, si, vino y revolvió gran parte de lo que trataba de olvidar y por otro lado recordaba su figura , cuando teníamos nuestros encuentros, tocar su cuerpo el que antes ya había probado, ella sabía que podía pasar cada vez que estábamos solos , algo pasaba, se ponía en posiciones provocadoras, la obligaba a colocarse correctamente, ella hacia caso omiso a lo que le decía, eso me daba pie a seguir insistiéndole y que luego no se queje con las consecuencias que provocaba a mis hormonas, nos acercábamos, jugaba con mi mirada, y yo no podía más con su atrevimiento, quería que la acompañe a ir de compras, puesto que era la víspera de su cumpleaños,me negaba ya que no tenia respuesta alguna de que hacia acá, si su vida era tan perfecta, si disque «estaba tan feliz» ¿que hacia en mi habitación?, en mi mente me reía, ya  que no era la primera vez que Summer se aferra a sentimientos con una persona con tal de no sentirse desprotegida y así dice «puedo vivir sola» vaya forma de demostrar su soledad.
Me negaba una y otra vez a acompañarla, hasta que se me montó encima besando mi oreja y contorno , con su mano bajó por dentro de mi jean hasta llegar a mi miembro donde aún mas excitó mi cuerpo , ya no podía más , extrañaba probar su cuerpo, sus pechos , aquellos en los cuales ya me había acostumbrado a palmar , la deseaba, ella jugaba con palabras para preguntarme por que la deseaba tanto, quería su cuerpo, besaba su ombligo, ella acentuaba , – besa pancita «escucha al bebé», me gustaba que dijera eso, se le veía tierna, la quería en ese momento, quería entrar y volver a sentir esa sensación de rozar nuestras pieles, pero como siempre Summer se comportaba de la manera mas difícil para ceder, era alguien a quien le tenia que insistir lo suficiente entre tocamientos, ella ama el sexo quizás tanto como yo lo deseo, no se por que a veces se complica, es medio raro ya que no le gusta que la vean en la intimidad, pero en el momento intimo se observa todo.
Desaprovechaba por momentos su pantalón, tenía vergüenza de su ropa intima, a pesar que ella sabía que sus modelos me movían la cabeza, sus pechos ya eran parte de mis manos, cedió a poder entrar y estar dentro de ella, acentuó que debía protegerme, valla sorpresa,  por momentos me negaba, ella y yo no nos protegíamos, raras veces, teníamos la fortuna ella o yo de no tener ningún desliz, no era lo mismo yo sabia, sin embargo accedí a hacerlo, extrañaba estar dentro de ella, era un desliz suave, sin embargo Summer no era de moverse mucho, le gustaba recibir placer, mas no darlo, no era equitativa, eso desanimaba cada momento que teníamos en la intimidad, uno tenía que hacer todo el trabajo, algo en lo cual yo no estaba acostumbrado, sin embargo yo solo trataba de darme placer aunque ella no hacia mucho, pero a veces cedía a darlo de una u otra forma, me salía con las mías, era un momento rápido y corto por que teníamos que salir,  sin embargo reconozco que me canse del jugueteo que retrasaba la sensibilidad y regrese a como siempre lo hacíamos, me quite la incomodidad y realmente ya pude sentir su piel, aun mas lisa y suave, tal ves ella no tenia esa característica de fricción pero su lubrica era muy excitante para mi. el tiempo se hacia corto y ya teníamos que irnos, apresuraba regularmente el paso , hasta que pude desprender ese liquido dentro de ella como siempre había pasado, si claro «ella no se daba cuenta» , me daba risa cuando después de minutos decía, » siento un liquido raro dentro de mi, se que no es mío» no le decía nada me parecía gracioso como aludía los temas tan obvios. Éramos dos irresponsables conscientes de lo que hacíamos.
Ese día luego de nuestra intimidad, nos fuimos de compras como acostumbramos ir, tanto ella como yo compartimos muchas cosas en común que casi siempre ella se niega a aceptar pero que sabe muy bien que a ojos cerrados escogería lo que le gusta, cualquiera puede regalarle algo, pero no siempre ese algo es tal como ella lo quiere. Si, no le gusta darme crédito en nada.
faltaban pocas horas para que llegue su cumpleaños, y yo solo por eso evite alargar el tema, tenía que esperar pasada su fecha para poder saber ¿Qué iba a pasar con nosotros, qué éramos y qué sería lo siguiente? arruinarle el cumpleaños no estaba en mis planes después de lo que habíamos pasado, quizás si ella no hubiera venido, su fecha tan especial no hubiera pintado en mi calendario.

Summer me trajo confusión tantas palabras, frases y promesas que no podía procesar, no sabía que tan sincera era su voz para volver a quererla cada día más.

Una vida con Summer

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