Historias,  Mis historias

Entre sábanas

Ella despertaba entre las sábanas como la primera vez que nos envolvimos entre nuestro sudor de la intimidad , arrimaba su cuerpo contra el mío gruñendo un desaire de ociosidad,
«Buenos días princesa» Es hora de levantarse ociosa
-Tengo sueño, no molestes- dice.
Nuestra cama era inmensa, con sábanas blancas y fundas de distintos tonos de colores para cada ocasión, por la noche  nuestra habitación se convertía en una arena de duelo donde la curiosidad por lo desconocido era poseído por nuestros cuerpos en la madrugada, su cuerpo era mi divinidad, recorrer cada centímetro de el, besarle desde sus labios hasta la punta de los pies, palmarle la piel, la suave humedad de su sexo blanco y rosa era mi postre favorito que disfrutábamos a doble cucharada, al ingresar en él se podía sentir la fricción que no siempre la encuentras en una persona, ella tenia esa característica tan morbosa y apretada, era tibio y suave estar dentro de ella , mientras nuestro ritmo era lento poco a poco el acelerador tomaba control de nosotros hasta el punto donde su voz elevaba su tono y tenia que cubrirlo para no despertar sospechas, éramos 2 chiquillos jugando , cubría mi mano sobre su boca y aumentaba nuestra adrenalina, por ende a veces la almohada era participe de este telón de sonidos; a veces sus largas uñas dejaban marcas de éxtasis, escuchar su voz entre sudor, jugar con nuestras manos, nuestros labios se envolvían entre la oscuridad como para no soltarse, recordábamos cada vivencia como nuestra primer vez en aquella habitación de su casa, disfrutábamos equitativamente cada placer que podíamos robarnos las pocas veces que nos quedábamos, éramos 2 luchadores por alcanzar varias veces la gloria hasta el cansancio. Sin embargo era todo una hazaña lograr pasar una noche juntos para luego levantarnos y desayunar, pero teníamos a su amiga quien era nuestro complice para que sucediera.

Sigues sin levantarte– le digo,  estira sus brazos y abre sus ojos soñolientos, los observé detenidamente, siempre me gustaron, ese color inminente que hasta hora no puedo definir, es como ver una fotografía del universo en el, un conjunto de galaxias o una nebulosa en pleno comportamiento, lleno de destellos, estrellas y gases luminescentes, le sonrío y le beso la frente.
Vamos a desayunar
Vamos a preparar el desayuno, me dice
mamá lo esta preparando
no dejaré que tu mamá nos prepare, hagámoslo nosotros– me dice
eres encantadora, le respondo
y tu un ocioso, río.

A veces me preguntaba cuanto durará todo esto, funcionaba ocasionalmente , sin embargo algún día teníamos que pasar los 7 días juntos.

Sentados en la misma cama de mi habitación un pequeño silencio nos aguarda.

-Es hora de irnos, le digo.
Se recuesta sobre mi pecho – Te quiero , me dice.
Un pequeño aire frío recorre mi cuerpo, la abrazo, – Yo también, también te quiero, le digo.
Sonreímos a ojos cerrados.

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