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Brilla

Capítulo 16 | Una vida con Summer

Era la señorita renegona, Lisset no había cambia casi mucho, sin embargo sus diálogos en conversación hacían amena nuestra charla, habíamos resumido nuestras anécdotas de años en pocos minutos y contado más de la cuenta las cosas que habíamos hecho durante el largo tiempo que pasó.
— ¿Y la quieres? – me pregunta.
— Si,la quiero, Summer es maravillosa. — ¿Y cuánto tiempo llevan juntos? , (la quedo mirando queriéndole decir algo que no es cierto, pero me hubiera gustado que fuera) — Nos conocemos desde un fin de verano, y… desde ese día todo cambió, es todo y más de lo que un día creí que no aparecería. ( Me queda mirando) — Ya…,y ella ¿siente lo mismo por ti?, ( la miro a los ojos pero mentirle sería engañarme a mí mismo), —mm… no. — entiendo. — Sin embargo me siento alegre de saber que existe— pero no siente nada por ti. — ¿y eso que tiene que ver?, yo la quiero por como es ,no por si siente o no algo, no te voy a negar que sí, siento tristeza por las noches antes de dormir, pero el cariño es así. — ¿Sigues teniendo esperanza? — Si, — ¿No cambias no?, — no Lisset, no cambio. — A veces pienso en retroceder el tiempo y tener toda esa atención y cariño que un día me diste, y no haberte fallado pero te pido disculpas por eso, — el tiempo se hace cargo del perdón, no yo. — ¿Y la engríes? —Es lo mejor, es muy engreída, me encanta, — Ay…Carlos ¿Lo valora? — Quizás a su manera — …(mueve la cabeza hacia los lados) — pero déjame contarte, que comencé a engreírla desde que la conocí, me emociona sus emociones, me alegra su risa, sus locuras que hace y formas tan pintorescas y elocuentes de cambiar los temas, es una olvidadiza del momento y una margarita llena de color, te puede hablar de un tema con tanta emoción y a los segundos cambiar a otro, es rara, pero me gusta como lo hace , es muy diferente a mí y eso me complementa mi cariño, tiene anhelos que los he ido descubriendo, quizás solo algunos pero se complementan con los míos, ha leído a Mario Benedetti y sabe de Ana Frank — mmm…interesante , ¿lee tanto como tú? —Quizás, no lo sé pero ,déjame también mencionarte que no podrías dejar de observar como brilla cuando pasa por los rayos del sol, enserio brilla, en aquel verano era como si se bañara con escarcha, sentías esas buenas energías al pasar frente a ella, era un misterio conocerla ,poco a poco era una hazaña saber más y dejarse envolver por su risa además de su sentido ingenuo, cuando llegaba a la oficina, le regalaba un chocolate, a veces algo más y , una vez introduje una pequeña tarjeta dentro de uno, casi se la traga, ( ríe) , ella me robaba cada risa en las mañanas, y por las tardes almorzábamos juntos, renegábamos , peleábamos y así, — deja de sonreír, ella no está aquí, y cambia esa cara de… — cara de que pequeña renegona… — Nunca dejaste tus detalles, — No , esa esencia jamás la dejaré y jamás repetiré alguno. — ¡Egocéntrico!, —Envidiosa…— ¿y ahora la verás? — Es difícil — ¿Por qué lo es? — Porque he comenzado a amarla.

«La lluvia empañó mi llegada a casa, y entendí que hoy pasaría la noche debajo de mis sábanas, asomándome por momentos en la ventana por si alguna estrella se dejase ver para dejarle un mensaje y Summer lo pudiera leer»

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