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Enamorado ¡Y qué!

Estar enamorado no siempre es una señal de felicidad, querer, no siempre es una señal de ser querido, que te importe alguien, no siempre es una señal que también le importarás a esa persona o dejes de importar.
No es pena, no es una tristeza trágica, es solo un vacío que pensé que estaba llenándose desde aquél abril.
No soy de escribir mucho lo que me pasa o lo que hago de una manera de diario de chico, pero me siento hoy diferente, he estado triste estos últimos días, una tristeza interna, una tristeza que ni yo pude darme cuenta si no hasta que amaneció.

Cada vez que estoy triste, trato de salir, eso lo aprendí, ¿Con quién?,el día fue tan malo que el sol solo quiso iluminarlo, más no darme el apoyo de encontrar a alguien libre. Me quedé en mi habitación, viendo un poco de serie, pero era solo un martirio estar así. Mi cama estaba desordenada ,mi frazada hacia un lado, seguía en pijama, me acurruqué debajo de ella. Una lágrima apareció. No quería seguir reprimiendo lo que ya estaba más que escrito. Aún la quería. ¡Maldito amor!, ¡Maldita angustia!.

Dormir era una opción, pero dormir y soñar a veces no es una buena jugada. Al cerrar los ojos ella seguía ahí, seguía como un reflejo imborrable, como una telaraña de caminos interconectados que me llevan a la misma puerta , a la puerta del día que la conocí, a la puerta cuando esa sonrisa alegre, ese carisma contagiante, ese empeño y mirada risueña despistaba mis ideas, mi imaginación. Summer estaba en todos lados,trataba de olvidar, de dejarlo ir pero tal como dice Mario Benedetti «El mayor error del ser humano, es intentar sacarse de la cabeza aquello que no sale del corazón». Ella ya había echo un lugar en el mío. ¿por qué?…

Más allá de verla, más allá de eso, más allá de todo, ¡No importa!,Comencé amarla en silencio sin que yo pudiera admitirme. sin que yo pudiera convencerme que era algo de lo cual sería fácil dejarlo.

Mi cabeza, mi yo, solo se concentran en recordar las primeras horas que la conocí y mantener esas horas presentes, no quiero escuchar más, no quiero saber más, no quiero imaginar más, esa primeras horas, esos primeros minutos esas primeras imágenes, son suficientes para dormir , descanzar tranquilo, soñar con ella y amanecer recordando que esas primeras horas nunca transcurrirán y que todos los días la conoceré nuevamente, que todos los días almorcemos una hamburguesa, reiremos, hablaremos del uno al otro y, terminará con el sol  poniéndose, y cada día la conoceré en el mismo lugar , a la misma hora y en el mismo instante en que me robé una sonrisa para no perderle entre la mía.

 

Una vida con Summer

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