el diario de mariana,  Historias,  Mis historias

¿Cómo nos conocimos? verte – parte 4

Treinta y cuatro días sin saber nada de ti, sin comunicación alguna, sin rose ni desvelo sobre tu imagen.
Han pasado treinta y cuatro días desde tu partida y la maldita ideología política anti-democrática del país que visitas bloquea las redes sociales para poder comunicarnos.
Son Treinta y cuatro días donde la distracción del nuevo mundo que visitas, hacen imposible el horario para hablar. Me pregunto si acaso has podido sentir ¿aquel tropiezo que tuve?, me pregunto si durante este tiempo conservas aquel libro que te regalé en el día de tu despedida.
Hace unos días pasé por aquél Starbucks cerca al mar, donde intercambiamos miradas por primera vez, y recordé el primer día donde tomamos un café sin conocernos, al llegar a casa me puse a ver una película, recordé los días martes, cuando después de almorzar nos encontrábamos para ir al cine.
Aún no he llegado amarte, a enamorarme, a sentir amor, y es que desde que supe de tu partida, detuve todo sentimiento que iba creciendo, pero este cariño que siento es demasiado fuerte, me diste la fuerza necesaria para sentir algo especial nuevamente y votar aquello que no sirve. Hoy Allison me llamó y me encontré con ella, me comentó que tu madre muy amablemente nos había invitado a almorzar , aunque me pareció muy raro sin tu presencia, de igual modo acepté a ir, demasiado raro para mi.
Al llegar a tu casa, Allison se retiró, le pregunté el porqué, solo me dijo que tenía cosas pendientes, aún mas raro que tu madre no le haya insistido en quedarse. Le pregunté cuando vendrías y sin titubear como toda madre guarda un secreto entre ustedes, no quiso decirme y de nada valdría que le insista. Mientras almorzaba uno de los platos raros que acostumbran preparar en tu casa y que sorprendentemente no me cuestan comer, siento que alguien me cubre los ojos por detrás,
— ¡ Que rayos pasa!, digo en mi mente y al voltear, imagino la cara de estúpido que me habrás visto poner.
— ¡Mariana!, le exclamo.
— ¡Carlos!, me exclama.
— ¿Tú no estabas en China?, le digo.
— Estaba, responde.— vine hace 4 días
— ¡Hace 4 días y no me avisaste!, que mala eres
— Era una sorpresa, hice magia para que fuera Allison.
— ¿Pero si tu no sabías que estaba estudiando , mucho menos que me matriculé para adelantar cursos en vacaciones?
— ¿Y para que está Allison?
— Tenía que ser tu amiguita, con razón ayer me preguntó que hacía, ya me parecía raro verla hoy. Aún así me parece demasiado raro que tu mamá aya aceptado hacerte el favor de hacerme entrar sin que yo sepa.
— shhhhhhh ( me hace una seña con la mirada para que baje la voz, su madre estaba atrás)
— A disculpa,me vas a contar
— Obvio tonto, te cuento lo que pasó mas tarde, tenemos mucho de que hablar.
— ¿Abrazo?
— Abrazoooooooo
Nos abrazamos muy fuerte.
— Hay mucho que me tienes que contar, pensé que vendrías todavía el próximo año, eso fue lo que me dijiste. 
— Ash, no me gustó mucho estar allá de vacaciones, aprendí un poco más el idioma, pero no es lo mismo y muchos asiáticos, prefiero París.
— Ya comenzaste con tus momentos pitucoidióticos jajajaja.
— ¡Tonto!
Han sido días de sorpresas y es demasiado para mi cerebro, Mariana llega en el momento exacto, donde podría decir que encaja perfectamente, pero aún no podía abrir la boca para platicar con ella algunos temas importantes.
— ¿Has estado triste?, me pregunta.
— ¿Porqué lo preguntas?, ha, ya sé, Allison te dijo algo seguro.
Allison es su mejor amiga, típica mejor amiga chismosa que cuenta hasta el sabor de chicle que masticas, había conversado con ella días atrás preguntándole por Mariana, pero como toda amiga «fiel» no decía ni una palabra. 
— Pasaron algunas cosas, espero no me asesines pero ya las conversaremos. Me mira con cara de molesta psicópata.
— Lo conversamos mañana.
— Si, esta bien
— ¿Hoy juega Perú no Carlitos?
— Si, hoy hay partido, ni pienses en salir, hoy veo el partido si o si
— Ahhhhh,
— ¿Por qué?
— ¿ Y si te quedas para ver el partido?, van a venir mis dos tíos y un primo, para verlo, quédate ¿ya?.
— Mmmm… ( acostumbraba ver el partido en familia, no sabía que decirle), ¿y si tu vienes a la mía para que escuches el escándalo que hacemos?, ándale di que si .
Ashhh, pero porqué , ir hasta ayá grrr
— No seas ociosa,¿ A pesar que no me avisaste de tu llegada, quieres que se haga lo que tu quieres?, ¿ya , qué dices?, le hago cosquillas 
— Ya basta basta ( ríe), esta bien, le preguntaré a mamá.
De pronto su mamá interviene
— Por qué no te quedas, ¿ A que hora es el partido?
— Es a las 9:00pm señora
— No creo que su papá esté de acuerdo,es muy tarde para que se regrese a esa hora, mejor quédate Carlos, así comparten momentos con su papá.
Aún más miedo me daba su mamá , había algo muy raro para que me trate así. Por otro lado sería bonito quedarme, me distraería bastante y lo mejor , le haría bullying a Mariana, además ya me imaginaría todos los preparativos que habrían. 
— Yaaaa esta bien, pero vendré por la noche, tengo que llegar a casa y dejar mis cosas, además necesito mi laptop. 
— Hay tu y tu laptop, dice Mariana.
— Déjame pues, no soy vago como tú.
— Ay si Ay si el chico trabajador ( saca la lengua) 
— Ya cállate 
— jajaja ya ya , te espero.
— Bueno, ya me retiro para venir por la noche, así no demorarme. Hasta luego señora, muchas gracias.
— Chau hijito, cuídate te esperamos.
¡Que me crucifiquen!, esto ya es demasiado, ¿Hijito?, ¿acaso su mamá consume alucinógenos?!
— Chau, me da un beso en la punta de la nariz tiernamente, no te demores,dice Mariana.
— ¿Va a venir Allison?
— Le avisaré
— Esta bien.
Al retirarme, antes de sentirme entusiasmado, recién comenzaba a digerir haberla visto hoy, no había pasado demasiado tiempo, pero Mariana ya se hacía extrañar,  cuando comienzas a construir cosas, simplemente te acostumbras y cuesta mucho dejarlo pasar. Hoy pasaremos una noche de emoción éxtasis y mucha adrenalina, y lo más importante, pasaré la noche con quien puedo disfrutar un buen café bajo la lluvia.

Deja una respuesta