Historias,  Mis historias

Cuidarte, engreírte. Ser feliz

Al día siguiente, la llamé por teléfono por la mañana, habíamos quedado para salir a horas de la tarde.
— Hola princesa, buenos días :), hoy te pones super bonita
— Hola, he amanecido un poco mal, no me siento muy bien
— ¿Qué pasó amor?
— Ya sabes el estómago, malestares, cólicos…
— Aaaaaaaaaaa, ya entiendo…
— Pero bueno no te preocupes, ¿ya tomaste una pastilla para los malestares?, y más tarde nos vemos, hoy quiero que sea un día especial para los dos.
— si pero me siento un poco mal no sé si pueda
— Oww , uhmmm, hagamos esto, hoy quería engreírte mucho y a pesar que estas así, déjame hacerlo, es un día especial, y me gustaría que lo afrontemos los dos, déjame complacerte, han pasado muchos meses que no lo hago y mientras pueda quiero hacerlo contigo, pero solo si te sientes bien por la  tarde, pero si te sigues sintiendo mal y no te pasa me dices. 
— Ya está bien, le diré a mi mamá
— A las 3:00pm paso por ti, pero si de verdad te sigues sintiendo muy mal, no importa, de igual manera me gustaría engreírte en tu hogar
— mi mamá primero se corta un brazo, no te va dejar
— todo es posible si cuento contigo, podemos ver una peli o conversar, solo quiero abrigarte y estar contigo mientras estas malita, ¿recuerdas esa noche en el cine, lo que te pasó?
— ya sí, no me hagas recordar (enojada con vergüenza)
— te veías tan linda, así (río en broma)
— ya chau
— ya, me avisas
Quería que fuera un día muy lindo para ella y para mí, demostrarle que las peleas y su nueva sinceridad ahora construirán un camino de amor para los dos, esperaba que se sintiera mejor para poder hacerlo.
Llegaban las 3:00 pm de la tarde, ya que no había recibido ninguna llamada, significaba que si iba a ir, llamé un taxi para que nos recoja desde la esquina de su casa, al llegar, toco su puerta, y sale su mamá.
— Hola
— Buenas tardes, qué tal ¿Cómo esta señora?
— Bien, si a los tiempos que te veo
río, — si bueno, cosas, cosas…
— ahorita sale
— ya, espero
Sale de su hogar con esa carita cachetona y tierna que tiene, la tomé de la mano y nos despedimos de su mamá,
— Y ahora ¿Dónde vamos?
— en la esquina hay un taxi que nos llevará
— ¿tan rápido?
— la aplicación del iPhone lo hace todo
— hay si hay si
— jaja ya sube
Al estar dentro, le pregunté cómo seguía, me contestó que estaba un poco mejor, pero aún con algunos malestares, y un poco fastidiada.
— Hoy quiero que pidas lo que quieras cuando lo necesites, quiero engreírte, ¿ok?
— ya está bien y ¿dónde vamos?
— qué te parece si vamos a ver la película que tanto querías ver, «El conjuro» , ah eso sí, pero nada de nachos, porque después te dan unas ganas y te pones mal como la última vez.
— grrrmmm ya pero si me siento mejor si ¿ya?
— mira después no te quejes si te enfermas
— ya (gruñido de molesta)
Le di un beso en la frente, el cachete y los labios
Al llegar,hice la cola mientras ella me abrazaba, nos sentíamos feliz, estábamos retomando nuestra rutina de ver películas como acostumbrábamos hacerlo anteriormente. La abrazo.
— Te quiero mucho ,mucho.
— yo también te quiero. ( me abraza fuertemente)
Al comprar las entradas nos dirigimos a donde los aperitivos, obviamente se sentía mejor para comer sus nachos que le encantaban. Al entrar a la sala, nos sentamos en los asientos del medio, acomodamos lo que habíamos comprado y se arrecostó sobre mí, disfrutamos la película tranquilamente, ya se sentía mejor y sin algunos malestares, a veces la molestaba con que se iba a enfermar,ella renegaba y me decía, “ ya deja ver la película”, yo reía; Solo con verla arrecostada me hacía feliz.
La película estaba interesante, por momentos ella se asustaba y hablaba así que la tenía que callar con algunas cosquilla ( a ella le molestaba eso, pero igual tenía que soportarme . Al salir de la sala, le pregunté si quería tomar algo caliente,
— vamos a Starbucks (nuestro lugar)
— Sí, vamos ( dice sonriendo)
Pedimos 2 bebidas calientes y platicamos por unos largos minutos, la acariciaba, le decía cosas bonitas, era mi princesa, era mi engreída.
— No sabes cuánto te quiero, mira el tiempo  y a pesar de todo hoy te tengo aquí, diferente, no importa los pequeños problemas que vengan, quiero que seamos felices; estar contigo me hace feliz.
— Te extrañaba, yo también quiero que estemos bien.
— Si princesa y sabes mira como hoy trato de demostrarte que no importa lo que haya pasado, si tu corazón ha sido sincero y te has quedado conmigo entonces mereces lo mejor de mí, tal vez nos peleamos, tal vez discutamos y es lo normal pero ya no como antes, y eso es lo que va demostrar que hayamos aprendido en este largo tiempo que pasó, haber madurado en nuestra relación. 
—Te quiero, te quiero mucho. 
Nos besamos.
Al terminar nuestras bebidas, llamé nuevamente un auto para que nos recoja, así evitar caminar por el frío, al parecer los nachos no le habían hecho daño. Como se lo había prometido, hoy a pesar de las circunstancias quería que la pase bien sin que sus malestares afecten nuestra salida, subimos al taxi, y esta vez me abrazó muy fuerte, nos abrazamos y cerró los ojos
— Gracias por lo de hoy. —ella dice(estaba feliz).
— Nada de gracias amor, hoy tan solo el estar contigo es perfecto para mi vida, y espero para ti también, te quiero.
Con un beso en la frente, recostamos durante todo el camino mientras acariciaba su pancita hasta llegar a su hogar, Bajamos del auto, puse mi brazo sobre su hombro y la acompañé hasta la puerta de su hogar, nos miramos, me dio las gracias por lo que había hecho hoy por ella, el cielo estaba despejado y antes de despedirnos le dije:
— Hoy quise algo especial para ti  para los dos, quería engreírte y, a pesar de tu pancita trate que la pases bien, te quiero princesa, estás haciendo muy feliz mi vida, Descansa y recuerda, » hasta en tus sueños puedo sorprenderte».
—Chau amor, te quiero mucho.
— Te quiero igual mucho mucho gracias.—ella dice
—Espera, esto es para tí 
Le entrego una rosa que había ocultado estratégicamente antes de irnos por la tarde entre sus arbustos,— cuídala, sabes perfectamente, que esto es solo para una persona tan especial como tú, amor. Se emocionó, lo vi en sus ojos.
Y con un beso en los labios nos despedimos.

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