Historias

Sentido

Es de noche y mi corazón delira en la oscuridad esta tristeza abrumadora que me carcome por dentro, mi cabeza te imagina en pequeños instantes y te borro de inmediato deteniendo tus recuerdos para no visualizar más.
Mi negación a recordar a saber que existes es imposible de distraer, me sancionan los hechos y las pequeñas alegrías de tu recuerdo me juzgan injustamente temiendo que mi corazón no dé marcha atrás.
Es tal vez la lucha de la esperanza y de la realidad que vibran en mi cabeza esperando una respuesta de mi interior, qué más puedo decir mis palabras no fluyen para poder describir esta sensación extraña que poco a poco va dejando atrás los hechos y dando nuevos pasos a cada instante en la realidad.
Es esa sensación de verte, de soñarte que poco a poco se apaga con el pasar de las horas, el tiempo no marca un olvido si no mis hechos de cada día, suena una música contradictoria que deleita mis oídos asechando cada segundo que paso en esta habitación frente a esta máquina que me quita el tiempo y que forma parte de perder el día.
Viví mi cura temporal para perder el sentido de tu recuerdo, fue breve en una noche de pecado donde mis decisiones tomaron posesión y fueron más allá de lo que mis principios puedan juzgar, hechos y dejarme llevar por el momento, quien es para decir lo que está bien o mal para tapar este vacío inhóspito que se pierde y se disuelve al pasar los días.
Veo estas palabras que redacto y me pregunto que será del ayer que será de la lucha tan intensa que se juega  por momentos en mi mente que poco a poco se apacigua al terminar esta entrada perdiendo el sentido y escondiendo mi cariño transformado en amor.

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